TRES NUEVOS BEATOS MÁRTIRES HIJARANOS
El pasado domingo 13 de
octubre en Tarragona, tuvo lugar la Beatificación de gran cantidad mártires
españoles, más de 500 hombres y mujeres que derramaron su sangre por confesar
su fe en nuestro Señor Jesucristo. Entre ellos hay tres hijaranos, los cuales pertenecieron
a la Orden de la Merced. Es para Híjar motivo de gran alegría que a los tres
beatos con los que ya contamos, se sumen otros tres.
A continuación presentamos una
breve reseña de cada uno de ellos.
BEATO MARIANO PINA TURÓN
Nació el 13 de abril de 1867,
de Antonio y Antonia, en Híjar, siendo bautizado al día siguiente. Aprendió de
la familia devoción, piedad, laboriosidad, afición a las lecturas edificantes.
A los veintiún años ingresó a la Orden de la Merced, vistiendo el hábito blanco
el 19 de diciembre de 1888. Emitió los votos solemnes el 24 de diciembre de
1892. Fue ordenado sacerdote el 19 de septiembre de 1896. El 8 de agosto de
1936 sufrió el martirio. Sus restos fueron llevados a El Olivar el 5 de
noviembre de 1938.
BEATO PEDRO ESTEBAN HERNÁNDEZ
Nació en Híjar, el 27 de junio
de 1869, de Isidro y María, familia de los Sidricos, que lo bautizaron al día
siguiente. Ingresó de veinte años en El Olivar. Fue hermano laico. Vistió el
hábito el 19 de abril de 1890. Profesó los votos temporales el 27 de abril de
1891 y los solemnes el 27 de abril de 1894. Se dice de fray Pedro que era
observante, humilde, obediente, trabajador, puntual en el coro y los actos
comunitarios, gustoso de lecturas espirituales, amante de las cosas de
comunidad; que componía gravedad con jovialidad, afabilidad y respeto; que
contagiaba alegría a cuantos le trataban. Sufrió el martirio en julio de 1936.
BEATO ANTONIO LAHOZ GAN
Nació en Híjar el 22 de
octubre de 1858, de Antonio y Rafaela, en la casa de los Espinagueros, de buena
posición económica. Fue llevado a la fuente bautismal al día siguiente de
nacido. Un sobrino cuenta que ningún domingo faltaba al rosario de la Aurora,
frecuentaba los sacramentos, cantaba en el coro parroquial, llevaba una vida
muy retirada y recogida. Ingresó cuarentón en El Olivar, previa la dispensa de
edad, vistiendo el hábito el 14 de abril de 1903. Profesó los votos simples el
27 de abril de 1904 y los votos solemnes el 28 de julio de 1907. Sufrió el
martirio a primeros del mes de septiembre de 1936.